Stefi Antoniazzi: la Leona que nunca dejará de ser Tiburona
Por Alberto Sánchez
Lo fácil casi nunca es bueno,
lo bueno casi nunca es fácil…
Luego del partido contra Países Bajos (el primero, el que ingresó desde el banco, debutando con la celeste y blanca) por la FIH Pro League en Santiago del Estero, mientras sostenía en sus manos una camiseta con los colores azul y amarillo, lo primero que dijo Stefanía Antoniazzi ante las cámaras de ESPN fue: «Esto (la camiseta) significa todo para mí. Es mi club, donde nací, el club que me enseñó todo. Ahí está mi entrenadora (dijo señalando la tribuna, en alusión a Emilia López Castro, ex jugadora de El Quillá), que me enseñó todo lo que sé, y todo lo que soy es gracias a ella y a toda la familia del Club Náutico El Quillá».
Y pegadito a ese emocionante testimonio, en un momento tan especial, llegó otra expresión mucho más conmovedora, que no podía faltar, el recuerdo para él, su papá, Sergio Antoniazzi: «Todo esto que me está pasando se lo dedico a él también. Falleció hace cinco años y esto que me pasa ahora es un sueño compartido. Tanto él como yo deseábamos que yo esté acá, los dos nos esforzábamos, me seguía a todos lados».
Claro que en las gradas del Estadio Polideportivo Provincial de Hockey, sede del primer triangular de la FIH Pro League, además de Emilia López Castro y la hinchada albiceleste, se encontraba Sandra, su mamá, siguiendo a su hija como siempre, ahora sin la presencia física de Sergio, pero sin dudas con su aura, vaya adónde vaya, juegue donde juegue, él siempre estará.
Y si Stefanía siente (como es lógico) que vestir la camiseta de la selección argentina de hockey que dirige Fernando Ferrara es «tocar el cielo con las manos», seguramente es porque allí está Sergio, acompañándola como lo hizo siempre, desde sus inicios, allá por 2010, cuando la futura Leona llegó a El Quillá para divertirse y gozar de un deporte que la abrazó desde el momento en que tomó el palo y acarició la bocha, por eso y por sus ganas de aprender, de crecer, de sumar conceptos de parte de sus mentores (Emilia López Castro y el «Perro» Fernández, otro de los que la vieron progresar vertiginosamente), es que está viviendo un presente tan merecido (por sus excelentes dotes deportivos) como justo (por su humildad, compañerismo y calidad de ser humano).
Aun sin conocerla demasiado a Stefi (salvo por alguna vez que la he cruzado en alguna cancha), ya que cuando me vinculé al hockey desde lo periodístico, Stefi recién empezaba a dar sus primeros «palazos», sin dudas, todo lo que está viviendo es mérito de ella, pero es necesario señalar que detrás de todo logro, hay otras personas que también colaboraron para que su sueño se cumpla: su hermosa familia, conformada por Sergio y Sandra (sus padres), y Gastón, Diego, Leo y Magui (sus hermanos); además, sus amigas y amigos, sus entrenadora Emilia López Castro y el coordinador de todo el hockey de El Quillá, Edgardo Fernández.
Por último, dejo una humilde reflexión que tiene que ver con la frase con la que comienza este artículo: obtener algo bueno casi nunca será fácil. En cambio, las cosas que se logran de manera fácil y sin ningún esfuerzo se esfuman o pierden su valor; por eso las cosas que cuestan más trabajo y esfuerzo se valoran, se quieren y se cuidan…
«No me lo esperaba»
Es el turno de saber lo que siente Stefanía Antoniazzi, quien usó la camiseta número 36 de Las Leonas en una competencia internacional oficial como la FIH Pro League:
– «La verdad es que es muy lindo cada vez que vuelvo que toda la gente se acerca, el reconocimiento, con todas las nenas que desean estar en el lugar que hoy me toca estar. Les dejo mi mensaje de que todo es posible. Esto es un logro colectivo, no es algo individual, hoy estoy donde estoy por toda la gente que me acompañó, que estuvo siempre apoyándome, porque todos ven lo bueno pero no es nada fácil estar ahí. Hay que estar muy fuerte de la cabeza, hay que estar tranquilo en la mente, hay que entrenar duro en todos los entrenamientos, y para eso necesitás gente que esté detrás tuyo, que te ayude a lograrlo, a darte consejos».
– «Soy una agradecida porque se tuvieron que alinear todos los planetas para que yo pueda estar ahí. Estuve a un día de irme a jugar a Europa, mi entrenador en GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, club en el que juega actualmente) me dijo que no me fuera, que me quede, le hice caso, me quedé y después era confiar. Me quedé sabiendo que me podían convocar o no, y se dio todo de la mejor manera para que yo esté ahí, y hoy en día estoy muy feliz de haberlo podido lograr».
– «Me sorprendió mucho la convocatoria porque no me lo esperaba para nada, arranqué a entrenar hace tres meses, y entre el Panamericano y lesiones que tuve, y otras cosas que tuve que afrontar no pude entrenar mucho, pero bueno, las cosas me salieron muy bien, me convocaron para ir a Santiago del Estero, estuvo todo muy lindo y fue una experiencia muy satisfactoria».
– «Pude cumplir con lo que me pidieron los entrenadores, incluso jugué en un puesto que no es el mío, pero siempre quiero más. Quedó comprobado que valió la pena el esfuerzo, que me permitió jugar la Pro League, que no me lo esperaba porque estaba luchando por un lugar con chicas que habían tenido una preparación mejor, y mayor tiempo. Me dieron la oportunidad y no la desaproveché. Los entrenadores pueden probar jugadoras porque ya está clasificado el equipo para los Juegos Olímpicos».
«Estoy muy emocionado porque desde hace mucho tiempo estoy en la institución y he visto el crecimiento del hockey desde todo punto de vista. Desde la primera cancha que tuvimos, hasta este mostro que tenemos actualmente que tiene mucho con este apellido que tengo al lado. Su papá fue el motor principal para que lleguemos a esto. Ahí el hockey tuvo un crecimiento esperado, convocó a mucha gente y por ende la posibilidad de tener grandes jugadoras como esta chica que hoy estamos reconociendo y que viene de jugar con Las Leonas».
Edgardo Fernández: «Una Leona anda suelta en Santa Fe»
El «Perro» Fernández es una institución dentro de otra institución. Decir «Perro» Fernández es decir «el hockey de El Quillá», y para aquellos lectores que nunca «conectaron» con el hockey, el «Perro» Fernández ha sido entrenador de todas las divisiones, tanto en el orden femenino como masculino, y actualmente es el coordinador del hockey de El Quillá.
Por eso es palabra autorizada para dar su testimonio referido a lo que está viviendo Stefi Antoniazzi: «Tenía 10 años cuando llegó a nuestro club y dio sus primeros pasos en la octava división. Desde los primeros momentos se podía ver que era una jugadora distinta. Emilia López Castro (referente de nuestra institución), fue su primera entrenadora y siempre cuenta la sorpresa que sintió al verla la primera vez que agarró el palo y comenzó a pegarle a la bocha».
– «En el 2012 por primera vez en Santa Fe se compite en la categoría Sub 12 y se consagra campeona en dicho torneo. Igualmente, debido a sus condiciones, ya había participado en el Sub 14 de El Quillá. Su puesto era volante derecho, pero también rotaba en otras posiciones del medio y de adelante. En la categoría Sub 14 empezó a participar de los seleccionados santafesinos a nivel local».
Uno de los tantos equipos campeones de El Quillá con Stefi Antoniazzi (abajo, primera de la izquierda) como protagonista. Arriba, a la izquierda, el PF Mauricio Mathey; a la derecha, el «Perro» Fernández, entrenador y coordinador del hockey.
– «En El Quillá ganó innumerables campeonatos en todas las categorías que participó, siendo una de las protagonistas del logro más importante a nivel clubes, cuando en el 2019 fueron terceras entre los ocho mejores equipos del país, en el Campeonato Argentino de Clubes».
– «Luego emigró a Europa. En la División de Honor de España jugó para UD Taburiente y el Sardinero. Inquieta y queriendo más, mudó su hockey a la meca de este deporte, en Holanda (hoy Países Bajos). Ahí la esperaba el HOC Gazella Combinate y nada menos que con Eva de Guede en sus filas».
– «Luego retornó a El Quillá con una participación en el Regional A en Santa Fe y Súper Liga Fase 1. Pero después GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires) puso los ojos en ella y en 2023 mostró su mejor versión llevando al club porteño a semifinales después de mucho tiempo».
– «El final era previsible, Fernando Ferrara, DT de Las Leonas, la convocó para FIH Pro League a jugarse en Santiago del Estero. Llegó el momento de transformarse en una Leona y estuvo más que a la altura. Sin jugar el primer partido (contra Gran Bretaña) debutó contra Países Bajos mostrando madurez y talento. Los ojos del hockey santafesino se posaron sobre esa rubia desfachatada que jugaba como en el patio de su casa».
– «No puedo dejar de nombrar a quienes fueron sus formadores desde muy chiquita y a los que siempre la acompañaron: Emilia López Castro, Alito Cattaneo, Ariel Pérez Carli, Mauricio Mathey, Ricardo Tessore, padres, subcomisión de hockey del club, comisión directiva de El Quillá y también una mención especial para la gran cantidad de amigas que jugaron con ella».
– «Por supuesto que no lo hizo sola. Tiene una gran familia que la apoyó y la sigue acompañando. Sus hermanos, Gastón, Diego, Leo y Magui, orgullosos custodios de su éxito. Mamá Sandra, una verdadera Leona, paciente, positiva, generosa, alegre, precisa, amable, recta y sobre todo, Madre. Nunca la dejó sola. Y papá Sergio, un hombre que no se guardó nada, dio todo por el hockey del club y por su hija. Sus esfuerzos fueron caricias eternas para los que amamos este deporte y a Stefi. Gran hombre y líder de nuestra actual realidad. Siempre estará en nuestra memoria y corazones».
– «Stefi, siempre honrando a El Quillá y llevando esta bandera por todo el mundo. No tengo más que decir que tengan cuidado…, una Leona anda suelta en Santa Fe…».
Decididamente es un orgullo que una santafesina haya llegado y debutado en Las Leonas, nos dejó muy bien parados, y lo que más me emocionó fue cuando al final del partido en un reportaje con la camiseta de El Quillá, y de lo primero que se acordó fue de su club. Creo que eso es lo que la pinta como gran deportista, de que no se olvida de sus raíces y de todos aquellos docentes que la tuvieron en sus comienzos.
Emilia López Castro: «La aplaudo de pie y me llena de orgullo»
Si hay alguien que conoce a Stefanía Antoniazzi como nadie, esa persona se llama Emilia López Castro. ¿Quién es Emilia y por qué conoce tanto a Stefi? Sólo hay que tomarse unos minutos para leer lo que sigue, que es lo que Emilia me contó a través de algunos audios, los que de a ratos se cortaban, no por fallas técnicas, sino por la emoción que Emilia sentía al recordar ciertos momentos, y por eso su voz le daba lugar a la sensibilidad y al lógico ahogo, casi llanto…
– «Stefi arrancó a jugar al hockey en El Quillá en el 2010, pero cuando la temporada ya había empezado. La invitaron unas compañeras del colegio. Cada vez que me lo preguntan digo lo mismo, porque es imposible olvidarlo. La primera clase a la que asistió Stefi, y luego de haberle enseñado lo básico del hockey, que es lo que siempre se hace, en el momento en que arrancamos con un partidito informal, la flaca agarró la bocha y salió corriendo y conduciendo como si fuera una experta».
– «Desde ese día, que fue de una gran sorpresa, me di cuenta de que iba a ser una jugadora distinta. Todo lo que tenía de tímida en su forma de ser a su edad, lo transformaba en extrovertida a la hora de jugar. Tanto con sus compañeras como conmigo siempre fue muy cariñosa y respetuosa».
En Santiago del Estero. MInutos después del debut en Las Leonas y todavía con la camiseta puesta, Stefi se encontró con Sandra (su mamá) y Emilia López Castro, quien fue su primera entrenadora, y por qué no, su descubridora.
– «Ese año jugó en octava división junto a un grupo fantástico, que en la actualidad sigue jugando en El Quillá, porque es un grupo muy homogéneo que se mantuvo a lo largo de todo este tiempo; y es algo que me gusta destacar porque si bien lo que ha logrado Stefi es muy meritorio y es algo solamente de ella, siempre le ha tocado una muy buena camada de compañeras, algo fundamental para conseguir el fortalecimiento y la superación necesaria y constante, porque también es importante que te puedan seguir el ritmo».
– «Sus primeros pasos ya en competencia real los empezó a dar en séptima división, porque dada sus virtudes comenzaban a citarla de las categorías superiores. A veces jugaba como mediocampista, a veces lo hacía de delantera, hasta también ha jugado de defensora, donde hacía falta una jugadora ella estaba y cumplía, siendo tan chiquita. Es increíble y a la vez imposible no recordar las imágenes de ella, siendo tan flaquita, tan chiquita, jugando contra chicas más grandes y haciéndolo tan bien; y hoy la veo con ese físico, tan musculosa…»
– «En 2012, por primera vez, la ASH (Asociación Santafesina de Hockey) suma como categoría competitiva a la Sub 12; y el grupo de Stefi y sus compañeras juega ese primer torneo Sub 12 en Santa Fe y lo gana El Quillá, fueron campeonas invictas, ganando todos los partidos. Era un equipazo, y Stefi como una de las líderes de ese grupo tan lindo, y también goleadora; pero a su vez seguía participando en la séptima división y tuve la suerte de acompañarla como profe y seguir viendo cómo crecía a pasos agigantados».
– «Siempre tuvo la capacidad de aprender muy rápido. Cualquier concepto tanto de juego como táctico lo absorbía rápidamente, y ni hablar de su capacidad física, innata, pero siempre se esforzó por mejorar, siempre quiso más; tal es así que siempre se quedaba practicando después de los entrenamientos, o a veces llegaba más temprano. Esa séptima división ganó los dos torneos del año, el Apertura y el Clausura; el torneo local y el Dos Orillas. Y como profe me tocó acompañarla hasta el 2013, año en el cual la convocaban para jugar en la Sub 16, siempre jugando con las más grandes».
– «No pasó mucho tiempo para que empezaran a convocarla a los seleccionados santafesinos. Siempre la citaban para jugar campeonatos y le ha tocado viajar por todo el país con la selección de Santa Fe. En el 2014 dejé de ser profe en El Quillá, pero seguí estando en el club, y aún sigo, aunque a la distancia porque me casé y estoy viviendo en Río Cuarto».
– «Pero tuve la suerte de compartir equipo cuando Stefi empezó a jugar en la primera división, que es una de las cosas más hermosas que a una profe le puede suceder (su voz cambia, se nota su emoción). A partir de ahí llegaron los campeonatos nacionales, las ligas, los torneos locales, en los cuales tengo la satisfacción de decir que fuimos campeonas jugando juntas».
– «Imaginate lo emocionante que es recordar ahora estas cosas después de compartir tantas cosas desde que Stefi tenía 10 años. Podría estar horas contándote la cantidad de momentos y experiencias compartidas. Y ni hablar de todo lo que disfruté estando a su lado».
Una de las primeras fotos. Stefi Antoniazzi (5ta. de derecha a izquierda) junto al grupo de amigas con las que comenzó a jugar en El Quillá.
– «Cuando le tocó irse a jugar al exterior siempre nos mantuvimos en contacto, con videollamadas a la hora que podíamos coincidir. A principios de este año me casé y ella estaba en España, pero cuando le conté que me iba a casar me prometió que iba a estar y cumplió, estuvo en mi despedida de soltera y en el casamiento».
– «Y yo le prometí que el 8 de diciembre iba a estar en Santiago del Estero, aunque todavía no sabíamos que la iban a convocar, pero yo estaba segura que la iban a citar por todo lo que ella me contaba y por la actuación que tuvo en las finales del campeonato metropolitano en Buenos Aires con GEBA».
– «Antes de que den la lista de Las Leonas, me acuerdo que tuvimos una charla y le dije: nos vamos a ver el 8 de diciembre, y si no llega a ser en Santiago del Estero, me voy a visitarte a Buenos Aires y nos volvemos juntas a Santa Fe. Pero finalmente nos vimos en Santiago del Estero y fue increíble verla con la celeste y blanca».
– «Obviamente me lloré todo, sobre todo cuando nos encontramos con Sandrita (mamá de Stefi), y verla entrar a la cancha, es algo que no te lo puedo describir. Fue algo hermoso, y ver que ella esté ahí después de recorrer un camino larguísimo, y superar momentos muy duros, porque también hubo momentos que no fueron tan buenos, de esos que a veces no se sabe de los grandes deportistas, pero se la bancó solita, ella y su familia, que vale oro, siempre acompañándola, algo que Stefi siempre agradece, pero sin dudas que todo lo que está viviendo es mérito de ella. Por eso la aplaudo de pie y me llena de orgullo, como Tiburona y como su ex profe, pero sobre todo como amiga…»